—Tengo un soldadito —le refregó Milos. —Y yo tengo la Espada sagrada —le mostró Manuel. —A mí me trajeron Los Dino-plativolos del espacio exterior. —¿Y qué? —dijo Manuel—. Mi mamá me regaló un cañón láser que dispara caramelos grandes. —Ah, yo tengo un auto que anda sólo y carga nafta sólo y saca unas alas y vuela re-alto, más que todo. —Mmm, —desesperó Manuel—. Mi papá trajo una jaula grande de jubuetes y otra más grande, y yo voy a dormir con los jubetes. —Pero el mío, me va a llevar a un país donde la gente es mala y les va a enseñar a ser buenos y a obedecer. —¿Mami, no es cierto que papa va a construir un jubuete para hacer explotar cosas y entonces todos le van a hacer caso? —Tesoro te dije que no hables del trabajo de papa con los vecinos.