Ir al contenido principal

Argentinos en el espacio — Ricardo Giorno y Cristian Cano

El navegante Ferrucchio abrió los ojos. —¿Dónde mierda estoy? —dijo en voz alta. Pero nadie le respondió. Lo trajo al presente el característico dolor de huevos, propio de cada despertar criogénico. Entonces recordó la misión, el despegue. El hundirse en la blanca y muelle nada del sueño. Quieto, sin siquiera intentar moverse, aguardó a que la IA ordenara la inoculación. ¿Por qué dejaban para lo último el analgésico? No había vuelta que darle: los que configuraron el sueño criogénico eran unos sádicos, y la Inteligencia Artificial no aceptaba actualizaciones. Se enfocaba en cumplir con los objetivos: un brazo reciclado le alcanzó un Abtrón. Ferrucchio miró con asco y se lo tragó. Cuando estuvo sentado en el puente de mando terminó de avivarse. Por fuera, la nave era de última generación; en su interior, estaba pintada con cal al agua. Rogó no haber aguantado la orina durante veinte años.

Comentarios

Publicar un comentario

¡Gracias por dejarme tu comentario!
Te invito a subscribirte vía mail.
Nos leemos.

Entradas populares de este blog

A cuatro manos - Ana Caliyuri y Cristian Cano

No vine a escribir grandes textos, ni grandiosas historias, ni siquiera pequeños relatos. Solo vine a despertar la noche para que revele las luces que iluminan las palabras. Después de todo, alcanza con la confianza en las alas y un poco de brisa madura. Alcanza con dejarse a la deriva y esperar a las musas, a los barcos de la mañana, a los trenes que llegan y se van, con todo lo nuestro se van. Vine a develar, vine a decir. A encontrar, a querer hacer. Alcanza con la confianza.

Grafito al diamante

Escribir es alejarse, es huir, tomar un avión hacia cualquier lado. Vos sabés de eso, te leo y quedo  en otro espacio. Tiene que ver con la tierra, con el aroma y el valor de tus huesos, ceniza de lápiz, una mina con la que te sale tremenda historia. Sabemos cómo es, papel en mano abordamos enojados y empujamos la valija que revienta de libros, estalla de libros. Ansia por dibujar destino, por volver a manchar cuadernos en la primaria. Te gusta pintar y salir de la raya. Así escribís, nos arrastrás bien lejos hacia donde la soledad no da alcance. *L. Velázquez  *C. Cano

Mensaje en la botella

Llegado el momento vas a sentir nuestra fuerza. Te hemos vencido en otras galaxias, la Tierra está destinada a ser otro planeta recuperado. Ustedes ya no tienen cabida bajo este Sol. Ahora todo el mundo los puede ver.