Ir al contenido principal

El pedazo de patio


—Lo sentí. ¿Por qué no me creés? —dijo Siria—. No me quedo más sola. Esta casa tiene algo basto. No me gusta.
—Vos quisiste venir —dijo su novio: Ramiro encontraba la forma de contradecirla—. Y acá dentro no hay nada. ¿Qué querés insinuar?
 —Que el cielo es un velo engañoso.
—No te pongas así —dijo Ramiro—, me preocupo. ¿Ves este uniforme? No te va a pasar nada.

Siria caminó hasta la ventana y se agarró de la cortina, como lo haría una piba. Observó el cielo sobremanera. Ramiro no supo desde cuándo ella había dejado su cabello como la crin de un caballo. Empezaba a temerle, pero en una forma muy especial. Él se sentó y se miró las manos hasta que reparó en la espalda de su pareja, el vestido que traía (de dónde lo había sacado) y las flores que había cortado.

 —Amor —dijo ella soltando la cortina—. El cielo es insípido. Siempre tiene la culpa y constantemente me estanco en su cresta. Yo no tengo la culpa, sabés. Sólo me doy cuenta.

Comentarios

Publicar un comentario

¡Gracias por dejarme tu comentario!
Te invito a subscribirte vía mail.
Nos leemos.

Entradas populares de este blog

A cuatro manos - Ana Caliyuri y Cristian Cano

No vine a escribir grandes textos, ni grandiosas historias, ni siquiera pequeños relatos. Solo vine a despertar la noche para que revele las luces que iluminan las palabras. Después de todo, alcanza con la confianza en las alas y un poco de brisa madura. Alcanza con dejarse a la deriva y esperar a las musas, a los barcos de la mañana, a los trenes que llegan y se van, con todo lo nuestro se van. Vine a develar, vine a decir. A encontrar, a querer hacer. Alcanza con la confianza.

Mensaje en la botella

Llegado el momento vas a sentir nuestra fuerza. Te hemos vencido en otras galaxias, la Tierra está destinada a ser otro planeta recuperado. Ustedes ya no tienen cabida bajo este Sol. Ahora todo el mundo los puede ver.

Grafito al diamante

Escribir es alejarse, es huir, tomar un avión hacia cualquier lado. Vos sabés de eso, te leo y quedo  en otro espacio. Tiene que ver con la tierra, con el aroma y el valor de tus huesos, ceniza de lápiz, una mina con la que te sale tremenda historia. Sabemos cómo es, papel en mano abordamos enojados y empujamos la valija que revienta de libros, estalla de libros. Ansia por dibujar destino, por volver a manchar cuadernos en la primaria. Te gusta pintar y salir de la raya. Así escribís, nos arrastrás bien lejos hacia donde la soledad no da alcance. *L. Velázquez  *C. Cano