Ir al contenido principal

Encuentro muy cercano — Cristian Cano y Ada Inés Lerner


Entró a su hogar con mucha hambre porque había estado corriendo durante toda la mañana. Tenía la excusa ideal para darle un buen atracón a los chorizos de picado fino y los bloques de queso pigmentado que su abuela le tría. Cuando ordenó el desayuno sobre la mesa y estuvo a punto de sentarse, una Sigora emergió del queso parisino. La criatura se irguió como lo haría una escolopendra esmeralda hipnotizándolo a medida que ascendía. Y quizás hubiera perdido el apetito si no le hubiera resultado interesante su danza macabra y se dejó hipnotizar. Creyó que podría detenerla cuando quisiera pero no fue así, el insecto hembra le arrancó los ojos y la nariz y copuló con él hasta que murió en sus entrañas, después de dejar las larvas gestándose en el estómago del mortal. Fue el encuentro más cercano con una Sigora del que tuve noticias.

Comentarios

Entradas populares de este blog

A cuatro manos - Ana Caliyuri y Cristian Cano

No vine a escribir grandes textos, ni grandiosas historias, ni siquiera pequeños relatos. Solo vine a despertar la noche para que revele las luces que iluminan las palabras. Después de todo, alcanza con la confianza en las alas y un poco de brisa madura. Alcanza con dejarse a la deriva y esperar a las musas, a los barcos de la mañana, a los trenes que llegan y se van, con todo lo nuestro se van. Vine a develar, vine a decir. A encontrar, a querer hacer. Alcanza con la confianza.

Párrafo de La biología negra

Mensaje de texto: Como te decía, esto pasó una tarde de 1975, cerca de la Cordillera de los Andes. En Las lomas, el pueblo en donde estás ahora. Y tu madre era chica. Vos no habías nacido. Esa semana los ingenieros de la mina estuvieron empecinados en detonar la veta madre. No había forma de pararlos. Hoy sospecho que sabían todo. Fue un desastre, después de la tercera carga gran parte del suelo cedió y la mina se fue al diablo. Hubo inundación y derrumbamiento.  A las dos horas me llegó el comentario. Todavía lo recuerdo: La explosión desenterró algo. Así que aquella noche corrí por la ladera del Copahue lo más rápido que pude. Sabía que llevármelo sería peligroso. Pero no me importó. Lo único que quería era llegar a casa. Y el pinar en la noche fue todo lo que necesité. La biología negra   Editorial Llorar solo 2023

Mensaje en la botella

Llegado el momento vas a sentir nuestra fuerza. Te hemos vencido en otras galaxias, la Tierra está destinada a ser otro planeta más de los miles recuperados. Ustedes ya no tienen cabida bajo este Sol. Ahora todo el mundo los puede ver.