Carmine despolariza la panorámica principal, y desnudando lento aparece la oscuridad absoluta. Hipnótica. Después nos miramos, porque es definitivo contemplar un evento así: Ter-gom avanza hacia el acrílico, y lo toca. Lo toca porque niega la profundidad. Repite que no puede ser, hasta que repentina nos dice de esa única negrura aberrante, que es un poco como la muerte.
No vine a escribir grandes textos, ni grandiosas historias, ni siquiera pequeños relatos. Solo vine a despertar la noche para que revele las luces que iluminan las palabras. Después de todo, alcanza con la confianza en las alas y un poco de brisa madura. Alcanza con dejarse a la deriva y esperar a las musas, a los barcos de la mañana, a los trenes que llegan y se van, con todo lo nuestro se van. Vine a develar, vine a decir. A encontrar, a querer hacer. Alcanza con la confianza.
me gustó mucho
ResponderEliminarGracias, Susana. Te mando saludos.
EliminarHipnótico
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