Lejos diviso tu semblante, renaciente entre tanta oscuridad. Emprendo el viaje hacia el lucero que atrapa mis sentidos, haciéndome cómplice del eterno silencio, donde las palabras emiten sus voces... Llamándote. Más nos exijo, más me apabulla el mundo. Tu brazo rama llega hasta mí cadencia ventosa. Este mundo me atrapa. Sos feliz. Yo ando con el cielo entre los dedos.
No vine a escribir grandes textos, ni grandiosas historias, ni siquiera pequeños relatos. Solo vine a despertar la noche para que revele las luces que iluminan las palabras. Después de todo, alcanza con la confianza en las alas y un poco de brisa madura. Alcanza con dejarse a la deriva y esperar a las musas, a los barcos de la mañana, a los trenes que llegan y se van, con todo lo nuestro se van. Vine a develar, vine a decir. A encontrar, a querer hacer. Alcanza con la confianza.
Que hermoso! !!! Emociona....
ResponderEliminar¡Ah, Blanca! ¡Qué lindo tenerte acá! El libro con tu portada se está en imprenta, en Capital :)
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