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Un caffè ed un sorso di malinconia — Ana Caliyuri & Cristian Cano

Si avvicina ai vetri appannati, gli piace disegnare su di essi col suo indice. A volte delinea note musicali, altre volte gioca con parole che rapidamente cancella. Mou, il padrone del Bar, mi ha dato strette indicazioni di pulire tutti i vetri. Non vorrei interrompere il Sig.. Evanescente, così l'ho soprannominato per il suo affanno di far evaporare velocemente quello che delinea sui vetri. È già tardi, devo pulire quel vetro e l'inamovibile, mi guarda con un certo sarcasmo. Gli sorrisi e quella fu la mia peggiore decisione. Non voglio avere nessun tipo di inconveniente nel lavoro. Non li ho. Mi avvicino falle finestre e vedo un cuore del volume di un pugno. Non avanzo più, preferisco rimanere quieta. Osservo ed egli non c'è. Preferisco sperare che il condensato amore diluisca il disegno.
 
Del libro inedito Nel bar del "angolo" di Ana Caliyuri e Cristian Cano
 
Trad: Raffaele Serafino Caligiuri

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A cuatro manos - Ana Caliyuri y Cristian Cano

No vine a escribir grandes textos, ni grandiosas historias, ni siquiera pequeños relatos. Solo vine a despertar la noche para que revele las luces que iluminan las palabras. Después de todo, alcanza con la confianza en las alas y un poco de brisa madura. Alcanza con dejarse a la deriva y esperar a las musas, a los barcos de la mañana, a los trenes que llegan y se van, con todo lo nuestro se van. Vine a develar, vine a decir. A encontrar, a querer hacer. Alcanza con la confianza.

Párrafo de La biología negra

Mensaje de texto: Como te decía, esto pasó una tarde de 1975, cerca de la Cordillera de los Andes. En Las lomas, el pueblo en donde estás ahora. Y tu madre era chica. Vos no habías nacido. Esa semana los ingenieros de la mina estuvieron empecinados en detonar la veta madre. No había forma de pararlos. Hoy sospecho que sabían todo. Fue un desastre, después de la tercera carga gran parte del suelo cedió y la mina se fue al diablo. Hubo inundación y derrumbamiento.  A las dos horas me llegó el comentario. Todavía lo recuerdo: La explosión desenterró algo. Así que aquella noche corrí por la ladera del Copahue lo más rápido que pude. Sabía que llevármelo sería peligroso. Pero no me importó. Lo único que quería era llegar a casa. Y el pinar en la noche fue todo lo que necesité. La biología negra   Editorial Llorar solo 2023

Mensaje en la botella

Llegado el momento vas a sentir nuestra fuerza. Te hemos vencido en otras galaxias, la Tierra está destinada a ser otro planeta más de los miles recuperados. Ustedes ya no tienen cabida bajo este Sol. Ahora todo el mundo los puede ver.